UN BREVE RESUMEN DE NUESTRA LARGA... ¡HISTORIA!

Brunete se sitúa al oeste de Madrid, a unos 30 km. de distancia. Tiene casi 11.000 habitantes y se encuentra muy bien conectado a través de la autovía M-501. También existe una buena red de transporte interurbano que conecta desde los intercambiadores de Moncloa (línea 627) y Príncipe Pío (línea 581). Está rodeado de un espectacular entorno natural con el Parque Regional del Curso Medio del Río Guadarrama como principal eje.

Los orígenes del pueblo, aún hoy, son fruto de controversia. Los legajos o testimonios que podrían alumbrarnos se han perdido. Hay indicios de que los primeros asentamientos se remontarían a la época romana. La villa, como otras vecinas, sería fundada por nómadas segovianos, optando por un magnífico emplazamiento en una extensión conocida como las Brunetas, llamada así por el nombre de los paños bastos de color negro típicos de quienes se dedicaban a la ganadería y agricultura. De ahí deriva el nombre del pueblo.

Durante la invasión árabe, pasó a manos de un sarraceno llamado “El Morillo” y que tenía su residencia en el castillo de Villafranca. Durante la Edad Moderna fue una villa señorial a cargo de los Condes de Chinchón, a quienes Carlos V otorgó el titulo y la villa. Así fue hasta el siglo XVIII, cuando sus descendientes transmitieron sus derechos al Marqués de Francavilla. Si bien el pueblo conservará la picota de Chinchón hasta 1869. Los telares y tenerías que habían caracterizado hasta entonces al pueblo desaparecerán, cediendo todo el protagonismo a la agricultura.

En julio de 1937, Brunete fue el escenario de una de las batallas más importantes de la Guerra Civil, que asoló el municipio y lo destruyó casi por completo. El Brunete actual se reconstruyó en los años 40 conformándose el actual casco urbano y erigiéndose una nueva Plaza Mayor, de estilo herreriano, desde donde parte el trazado del casco histórico.